martes, 5 de abril de 2011

Músculo, Músculo puro Músculo, ¡es lo que quiero ser!



Must RETRO Soundtrack: Chantal Andere - Musculo, Musculo
La vida de un gay hecho en México en estos últimos meses, es más cambiante que los atuendos de Lady Gaga. Y es que la verdad, es que llevo unos meses de muchos viajes, mudanzas, cambios y proyectos nuevos que se han derivado en que cada día, mi vida es diferente al día anterior; y que he despertado en más camas que una prostituta veneciana del renacimiento (de hoteles y por viajes de trabajo, ¡malpensados!)
Ante tanto cambio de ciudad, país y escenografía, la verdad es que me he tenido que centrar en el trabajo, en pseudo-descansar los fines de semana y en tratar de defender mi estatus de socialité a la medida que mi cansancio por la oficina o mis mudanzas me lo han permitido; pero lo cierto del caso es que el éxito en mi trabajo, en mi agenda social y en lo divina que está quedando mi más nueva recámara en la ciudad de México;  se han derivado en CERO tiempo para hacer ejercicio, y lo peor es que mi agenda social se ha llenado de comidas y cenas con deliciosa comida de todas partes del mundo (¡falta ver lo cosmopolita y rico gastronómicamente hablado que es el DF!) derivándose en que mi figura haya ganado unos gramitos de más en las última semanas.
El acabose a mis malos hábitos, se dio el día de ayer en la cena, en la cual para celebrar el nuevo trabajo de El Arquitecto, y siguiendo la filosofía alimenticia de Precious, pedimos pizza, papas, roles de canela y otras tantas delicias americanas que han causado sus más peligrosas curvas a Britney Spears y hasta a la redondeta Christina Aguilera. Luego de la cena me empecé a encontrar realmente mal, con dolor de estómago y unos retorcijones en el estómago que me hicieron creer que el Espíritu Santo había obrado en mí, porque parecían patadas de un bebé en gestación.  
Fue entonces cuando recordé que este año estoy a bordo de mi propio reto: El Reto 30; que consiste en varios propósitos que me he marcado y entre los cuales figura que este año quiero tener un cuerpo 100% armónico y feliz, por lo que me plantee como indispensable, lanzar una Operación Bikini de Emergencia y empezar la dieta a la brevedad así como pasar mis 4 semanas en Madrid sin faltar al gimnasio para regresar al fit.
Ahora unas 18 horas después de mi catarsis dietética, frente a mi ensalada verde con pollo a la parrilla, y luego de haber desayunado solo cereales light con leche light; no puedo dejar de pensar lo fácil que sería optar por la plancha, pero no para cocinar al pollo, sino la plancha del cirujano plástico que ponga fin a mis kilitos de más con una buena liposucción focalizada, o algunas de esas pastillitas que te aceleran el metabolismo y te dejan más flaco que Kate Moss en desfiles de Primavera - Verano. 
Y es que hoy en día, es indispensable para un gay hecho en México y SOLTERO, estar lo más presentable posible, y debido a que, modestia aparte, tenemos cubierta la parte de cute face y high fashion, mi mayor área de oportunidad es que mi derriere de Beyonce siga cual musical de Brodway: Defying Gravity y que mis lonjitas laterales se vean minimizadas en extremo; ya que en un 2011 en donde al conectarnos al grindr desde nuestro iPhone o al entrar al Manhunt uno parece estar viendo un catálogo de underwear de CK o Abercrombie&Fitch,  es una manda disminuir nuestra grasa corporal a que quede solamente reducida a la acumulada en las vainas de mielina de nuestras neuronas.
Aún así, debo de confesar que aún cuando el mercado de la carne requiere cuerpos de escándalo y  que obviamente me gusta mirar cuerpos marcados y esculturales; a la hora de ir más allá con un individuo,  y sopesarlo como posible ligue o novio,  la inteligencia y simpatía impera mucho más que el cuerpo (siempre y cuando el hombre en cuestión no haya sido Doble de la ballena Keyko en la película Free Willy).
Creo que es importante que más allá de enviciarnos con un culto al cuerpo, debemos de recordar que la vida es balance, y que más allá de lo divino que se ve un 6pack en un abdomen, la salud es lo más importante; por lo que aún cuando los anabolizantes y cirugías suenan tan tentadoras cuando tenemos “prisa” por ser más atléticos; siempre debemos de recordar que nuestro cuerpo es un bien no renovable y que el daño que le infrinjamos se derivará en dolencias para toda nuestra vida.
Así que no hay de otra, a comer ensaladas y sudar la gota gorda en el gym, con miras a un verano que cada vez se acerca más, donde esperamos divertirnos con los amigos tomando mojitos,  agarrar un bronceado californiano, y claro,  tene un summer love que nos haga sentirnos cual Sandra Dee en Grease.
¡Feliz Midweek!

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