martes, 27 de septiembre de 2011

Ay te dejo otra vez, Ay te dejo Madrid!



Must Soundtrack:  Te dejo Madrid - Shakira
Desde hace algunos años, considero que el cambio es la única constante en mi vida. Para muestra está que en menos de dos meses, decidí cambiar de trabajo, de país de residencia y por lo tanto re-adaptarme a una nueva realidad laboral, social y obviamente geográfica.  Dejando, no sin mucha tristeza atrás mi etapa de Madrileño y empezando mi adiestramiento como Chilango.
A manera de una injustificada y posiblemente no solicitada excusa, tengo que comentarte, estimad@ lector que por dichos cambios, he dejado un poco en “stand by” las actualizaciones de este blog, pero a petición de querid@s amig@s decido retomarlo hoy mismo.
Debo contarte, que estos dos últimos meses han estado llenos de satisfacciones varias, un poco de estrés por obviar la curva de aprendizaje en mi nuevo trabajo y darlo todo al mil desde la primera semana; algo de inestabilidad  inmobiliaria y las ganas  de encontrar el departamento de los sueños; re-adaptarme a un país que me vió nacer pero que no me había mostrado su faceta más capitalina y finalmente  el darme cuenta que España está a muchos miles de kilómetros, que los husos horarios son traicioneros y que hay veces que me gustaría que existiera la teletransportación para poder disfrutar al máximo mi nuevo puesto de trabajo, pero a la vez poder tomar una caña con los amigos en el Oscar y disfrutar un jueves decadente en Madrid, antrear a gusto en el Envy  en Mexico City un viernes, disfrutar de los regios en Lola el sábado y claro está, comer los domingos en Mérida con mis padres.
Creo firmemente que uno de los objetivos primarios en esta vida, es amar y por reacción, ser amado. Con esto último no me refiero únicamente al término “amor” que tanto chick flick hollywoodense  nos ha metido a la cabeza, sino a ese sentimiento de entrega de todo lo que somos, pensamos y sentimos y  que somos capaces de proyectar hacia nuestra familia, nuestros amigos más cercanos o hasta a Brad Pitt o Ashton Kutcher en nuestros sueños.
Es por lo tanto, que desde hace algunos años y sin ningún límite, he tenido la suerte de amar y ser amado por muchísima gente en diferentes geografías, tiempos y situaciones. Con gusto puedo decir que trato de tener a todas estas personas cercanas a mí aunque sea en facebook o twitter (y uno que otro en Grindr honestamente)  si las fronteras u océanos no nos permiten el trato diario; pero  no tenegaré que aún así hay días que ese “estrés” de no poder tener a todas estos maravillosos individuos a 0 mts de distancia me hacen sentirme melancólico, inquieto y hasta cierto punto… incompleto.
Es por eso, que este post, lo quiero dedicar a todas esas personas que han hecho y hacen mi vida diaria una fiesta continua, y en especial por la cercanía de la despedida, a una panda muy ibérica que sin conocerme me hizo parte de su familia, enseñándome que la amistad no conoce de nacionalidades (ni idiomas, right honey bees?) sino que solo depende de una sincronía de valores, educación y ganas de pasar buenos ratos y de disfrutar la individualidad de cada uno y la manera en la que juntos y sin razón aparente formamos parte del mismo puzzle.
Lo cierto es que Un Gay Hecho En México, extraña, y extrañará en demasía sus interminables tardes de shopping en Gran Vía y Salamanca,  toparse a Alaska en los kioskos de periódicos, los deliciosos Gin Tonics del Diego,  la genética tan divina, y dotada, de los españoles y tanto Europeo que tuve el gusto de conocer “en la intimidad”, las tardes de relax en el retiro,  los jamones ibéricos y los riojanos que alegran mi paladar,  los botellones camino a Chueca, las escapadas de fin de semana a Paris o a cualquier destino Europeo; pero lo que más extrañará será a los amigos; con la esperanza que en esta tv-serie que  es la vida, salgan en próximas temporadas, no solo como invitados especiales, sino como los protagonistas que han sido y son en mi existencia.
Gracias España por todos estos años en los cuales aprendí a ser un mejor profesionista, a re-inventarme ante la adversidad, a reír cuando todo indicaba que la mejor opción era el llanto, a combinar pitillos de colores con divinas americanas azul navy,  pero sobre todo gracias por hacer que ahora la lista de los “seres amados” tiene en su haber a “harto” Canario, Toledano, Asturiano, Madrileño, Vasco, Valenciano, Argetino/Polaco y que formarán parte de ella por SIEMPRE.
Viva España, Viva México, pero sobre todo: Viva todo lo que nos une… y Olé.