viernes, 13 de enero de 2012

¿Qué más me da, si soy distinto a ellos?


Must Soundtrack: A quien le importa.- Alaska
Esta semana, un Gay hecho en México tuvo reunión con el Global CEO de la empresa para la que labora. Uno de estos ejecutivos de alto nivel que ha firmado varios artículos en Harvard Bussiness Review pero que tiene la sencillez que solo un ascenso continuo de más de 20 años de carrera desde los puestos más básicos de la compañía puede forjar.
Luego de maravillarnos sobre su manera de ver el 2012, felicitarnos por un 2011 de excelentes ventas y cuando parecía que era hora de terminar la junta, una compañera tuvo la osadía, ó el coraje, de preguntar que como pintaba nuestro aumento salarial de Marzo debido a los excelentes resultados que dimos como región a la compañía.  La sala quedó impávida obviamente ante la pregunta, algunos carraspearon, otros abrieron los ojos como platos, puedo asegurar que la temperatura de la sala subió al menos 2oC y se podía cortar la tensión con un cuchillo.
Fue así como  el encantador CEO, sonrió y luego de comentar que estarían acorde a la Industria y nuestro desempeño, decidió ahondar más en el tema, narrando su visión integral de porqué como individuos trabajamos.  Empezando obvio por una motivación económica, que gracias a Dios en la industria química de especialidades es atractiva, seguida por una formación continua, que en el mundo técnico es vital para seguir vigentes,  posteriormente un paquete de prestaciones que garantice nuestro bienestar y el de nuestros seres queridos con carros divinos, seguros de gastos médicos que incluyen prácticamente cualquier tratamiento inclusive estético que querramos hacernos, pero por último: un ambiente de trabajo agradable y diverso. Fue aquí donde este líder nos recordó que trabajamos para una de las empresas en el mundo con más mujeres en puestos directivos, con más empleados con discapacidades y por último, donde nuestra diversidad en religión o preferencia sexual es vista como un valor agreagado, porque nos define como individuos únicos. Un gay hecho en México, y una que otra ingeniera lesbiana presente en la reunión, estuvimos a punto de pararnos y empezar una ovación con fanfarria a ritmo de I born this way de Lady Gaga; pero lo cierto es que mi mejor aprobación fue el afirmar energéticamente con la cabeza y aplicar una sonrisa Colgate.
Fue así como más que alegrarme por el futuro bono y las utilidades que recibiremos en Marzo, me alegré más porque trabajo ciertamente en una empresa, donde si tenían duda de mi homosexualidad por ser químico y dedicarme a formular cremas y champús,  lo confirmaron con mis outfits ejecutivos trendy muy Dior, mis corbatas Tom Ford o mis increíbles zapatos multi-color de gamuza Carolina Herrrera; y aún así soy aceptado, tomado en cuenta y celebrado por mis múltiples ocurrencias, por las  mejoras al look de mi obesa secretaria e inclusive mis compañeritos hetero me preguntan sobre las últimas combinaciones en ropa, lugares de moda para cenar con sus novias, trainnings de cardio y otras cosas que solo un sodomita urbano en el DF puede saber.
Ampliando un poco más el horizonte, creo que en general, nos está tocando vivir una época bastante mejor que la de pasadas generaciones con respecto a la homosexualidad. Hay bodas del mismo sexo en varios países, incluido México claro está; Kurt y Blaine en Glee educan a las nuevas generaciones sobre lo fashion, bonitos y feeling-fulls que somos los sodomitas, Marc Jacobs & Mickael Kors reafirman día a día que  la definición de la moda es territorio gay y como cereza del pastel Ricky Martin tiene unos gemelos bellos de miedo y todos lo celebramos, salvo una que otra ardida a la que el delicioso puertoriqueño no le hizo un hijo.
Aún así, y viendo el otro lado de la moneda, todavía hay cientos de adolescentes que se suicidan al año por bullying escolar por su preferencia sexual,  en Medio Oriente todavía son asesinados jóvenes por darse un beso y todavía hay personas que tienen que fingir noviazgos o matrimonios con tal de ser aceptados en la sociedad o por sus mismas familias.
Creo que nuestro compromiso como gays, no es probablemente gritarle a los cuatro vientos que nos gusta el arroz con popote, o salir a la calle con un penacho de Cher en las Vegas, pero si en definitiva no negar lo que somos, y mostrar al mundo que la preferencia sexual es solo uno de los miles de atributos que definen a una persona; y que nuestras capacidades para trabajar, amar, ayudar, pensar, sentir, criar, educar, guiar y CRECER son  iguales que las de cualquier persona.
Hoy más que nunca hay que sentirnos ORGULLOSOS de lo que somos, ya que es la suma de las características con las que  nacimos, más todo el aprendizaje que solo muchas caídas o tropiezos nos han podido aportar y recordar que sin duda, nuestra felicidad y realización vendrán por aceptarnos como somos y tratar de mejorar día a día.
¡Feliz y orgulloso Viernes!
PD.-Gracias a tod@s l@s lectores Heteros gay-friendly, que hacen este mundo un lugar más tolerante.

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