viernes, 18 de febrero de 2011

Te di todo mi amor arrobaro' punto com, y tu me has roba,roba,robado la razon


Una de las mayores virtudes de ser un sodomita del nuevo milenio, es que las formas de ligar y conocer gente se han incrementado considerablemente; y ahora, si deseas ligar en lugares sórdidos y peligrosos como en unos baños públicos o a media luz de un parque, es más bien porque así lo deseas. El internet y la tecnología GPS en móviles y gadgets varios  hacen posible hoy en día, que a unos cuantos clicks,  puedas concretar el encuentro que tu deseas.
El punto está, en que precisamente, estas herramientas son entendidas para gran parte de la población gay como ventanas para conseguir un polvo rápido y conciso, obviando por lo tanto el proceso de ligue estándar en un bar o en un sitio de encuentro gay, que consiste en:            
1.             El flirteo visual, empezando por el te veo y no te veo, hasta el te veo y te pillo.
2.             Las sonrisas mutuas con movimiento de cadera incluido (al ritmo de la música, no para parecer leona en celo)
3.              Romper la barrera del silencio (con la “sabienda popular” que en la mayoría de los casos el que ataca primero verbalmente, es el activo) y cumplir con al menos los 15 minutos de plática; donde evaluamos voz, ocupación, aliento, fragancia, etc.
4.             El morreo intenso, donde descubrimos si es buen besador.
5.             Una vez hecho el checklist de atributos, organizar la logística del evento post-bar:  ¿en tu piso o en el mío? O  en el peor de los casos ¿En tu coche o en el mío?.
En el Grindr, Bakala o en el Manhunt, todo este aparatoso proceso de larga duración, se puede trasladar  a un rápido  intercambio de fotos, que si eres listo siempre pedirás una de cuerpo completo y de preferencia desnudo y NUNCA aceptarás una foto tomada desde arriba porque es la señal inequívoca de un gordo wannabe skinny; más unas cuantas frases sobre descripción, rol, “vicios” y logística, y ¡Voilá!: Habemus ligue.
Pero, aunque nos hagamos los muy modernos y nos creamos la re-encarnación en versión gay de Samantha Jones de Sex in the City;  en el fondo todos tenemos nuestro corazoncito, y aún cuando nuestro perfil diga claramente “Solo busco sexo” hasta el más vicioso termina alguna vez, por quedar prendado de algún ligue de chat; ya sea porque el sujeto es guapísimo, tiene cuerpazo ó que tenemos ganas de que se quede en casa aún después de haber culminado el acto, ya que su conversación es realmente interesante.  
Lo cierto es que, cuando esto pasa; al despedirnos del chico atractivo en cuestión, nos besa y promete llamarnos, no podemos evitar creernos ya con casados con Tiffany`s en la mano y boda en la Riviera Maya, y pasamos el resto del día pensando en lo maravilloso que será estar en pareja con semejante chulazo.
El problema viene cuando pasan las horas, los días y las semanas y el ligue cibernético no hace su retorno, y lo peor: no contesta tampoco las llamadas ni los mensajes; aún cuando Grindr  y Whatsapp nos indiquen que SI se ha conectado últimamente; y es cuando nos cae el veinte, que para el tipo en cuestión, fuimos un one night stand; que curiosamente era lo que inicialmente queríamos ser (antes de saber que el hombre era material de marido).
En esta vida no podemos esperar que algo que parezca una hamburguesa y huela a hamburguesa y se llame así misma hamburguesa, sepa a ensalada; y es así  como no podemos pretender navegar por la vida con una imagen de Semental, y esperar que la gente  nos vea como Intelectuales con sentimientos. Por lo tanto, a la hora de utilizar internet, tu foto de perfil es una foto de tu trasero o de tu orgullo fálico,  es prácticamente imposible que la gente que te escriba sea porque quiera discutir “The Economist” contigo.
El mundo cambia día a día, al igual que nosotros mismos;  puede ser que hoy querramos vivir la vida loca con miles de ligues a la semana y mañana querramos casarnos y adoptar más niños que Brangelina, pero creo que por nuestro bien tenemos que ser congruentes y pensar que nuestro futuro; se basa en el pasado que hemos vivido y el presente que decidimos día a día.
Feliz Fin de Semana, los veo online... o en un bar.
Ad hoc Sountrack: Atrapados en la red (Tam Tam Go)

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