martes, 15 de febrero de 2011

PROMETO ENCENDER EN TU DIA ESPECIAL UNA VELA


Una de las fechas más “melancólicas” a vivir una vez que vuelves a estar soltero, es sin duda el cumpleaños de tu ex, partiendo del punto que terminaron de una manera pacífica y sin golpes/heridas/gritos incluidos/lanzada de ropa por el balcón. 
A diferencia de las Navidades, Reyes, Noche Vieja y otras tantas fechas que celebraron juntos,  pero que aún con la ruptura seguirás celebrando siempre,  su cumpleaños es una fiesta que solo le pertenece a el, y en el tiempo, poco o mucho que duró la relación, fue una fecha memorable que compartieron y disfrutaron juntos.
Hoy es el cumpleaños de mi ex, un hombre con el que juré que pasaría el resto de mi vida y las siguientes reencarnaciones. Por lo que independientemente que tengo la cabeza llena de pendientes laborables, maletas por hacer y eventos que organizar; no pude dejar de despertarme con el recuerdo de cinco cumpleaños maravillosos llenos de sorpresas, sonrisas y buenos ratos.
Y es que aún cuando el fondo tengo un “saudade” muy marcado y posiblemente hasta el anuncio de Nocilla de David Bisbal me saque una lágrima el día de hoy, estoy contento que mi mente y mi corazón ha llegado a un punto que después de ya un tiempo de haber terminado, solo recuerdo las cosas positivas de la relación.
Y es que las relaciones, lejos de perturbarnos y dejarnos espinas; deben de servir precisamente para que crezcamos como amantes, como compañeros de vida y sobre todo como personas. Yo se lo difícil que es caer en cuenta de este aprendizaje justo cuando acabamos de dejarlo con la persona amada y andamos que sufrimos más que Precious (Precious, USA 2009); pero es que a final de cuentas, de cada pareja aprendemos más sobre nosotros mismos, y en teoría debemos de hacer crecer nuestra paciencia, minimizar nuestros puntos débiles y en teoría extremar nuestras virtudes.
Definitivamente el tiempo lo sana todo, y te puedo apostar que luego de unos meses, o años se nos olvida que le olía mal el aliento en las mañanas,  que hacia sonidos raros al comer o que su madre era más extravagante que LadyGaga,  y solo recordamos que nos traia flores cada “mesario”, que  siempre sabía como abrazarnos en un momento de catarsis y lo divertidas que eran las tardes del domingo con tan solo mirarnos.
Creo que la mejor manera de ver la vida es como un camino, ojala largo, que podemos decidir recorrer solos, en caravana familiar, o con un copiloto a nuestra elección. Y aún cuando algunos de nosotros hemos tenido más de un copiloto favorito, es importante siempre estar agradecidos porque esa persona hizo más ameno el camino con su presencia, su personalidad y todo lo que implica apoyar un recorrido tan importante como la vida misma.
Es por eso que hoy, aún cuando odio el sonsonete (y el video) de Nena Daconte, enciendo en tu día especial una vela, y la soplaré por ti; pero lo más importante: Prometo no olvidarte nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario