martes, 8 de febrero de 2011

Manual de Supervivencia

Definitivamente todo sería más sencillo si existieran manuales y protocolos para vencer cualquier adversidad que se nos planteara, pero sin duda, la vida sería algo aburrida.  El objetivo de este blog no es escribir una receta para superar los obstáculos del día a día, sino simplemente una reflexión de como en primera persona logré sobrevivir a lo que en su momento para mí era un defecto, un fallo en mi sistema operativo y a final de cuentas una causa para no merecer ser feliz.
Tengo 29 años, y he tenido la dicha de vivir en una época de cambios rápidos, donde hemos pasado del vinilo al cassette, del cassette al CD, del CD al iPod y de ahí al infinito.  Vivo una era en donde la información es de todos y a la vez de nadie, en donde un comentario malintencionado y bien colocado en la web puede arruinar la vida de un artista o un político pero en donde positivamente tenemos a unos cuantos teclazos de distancia conocimiento, reflexiones personales y estética a tutiplén.
Recuerdo como si hubiera sido hace siglos, cuando a mis 13 años me regalaron mi primer ordenador con conexión a internet, que bajo un sonoro y luminoso módem  me permitía navegar y platicar con gente de todos lados del mundo, y donde al fin tuve  la libertad de tratar con más gente “con fallo de fábrica”  tránsito que fue vital para aceptarme, “perdonarme” y evolucionar hacia ser, no se si una mejor persona, pero al menos sí una persona más congruente, feliz que se pudiera mirar al espejo y decir: Soy Gay.
Hoy, 16 años después ya no entro a chats para “platicar” precisamente,  tengo la dicha de tener muchas amistades que comparten mis gustos, preferencias y perversiones,  y si quiero conocer a alguien nuevo solo tengo que toquetear en el iPad el grindr hasta elegir una foto a mi antojo,  entablar una charla y pasar a un buen polvo o a una amena tarde de cervezas según sea el caso y el mood del día. Lo fascinante es que eso no solo lo puedo hacer en Madrid, sino también en la Ciudad de México, Miami ó en Sao Pablo; con gusto me doy cuenta que cada día avanzamos más en aceptar la condición homosexual como normal en nuestra sociedad.
 Aún así, tristemente hay todavía hay miles de sitios en todo el mundo, incluyendo países desarrollados como EUA donde todavía apelativos como maricón, puto y joto siguen dañando para siempre la autoestima de jóvenes e inclusive provocándoles motivos para decidir terminar su vida; por lo que todavía hay mucho más que hacer en términos de educar a la gente a nuestro alrededor, que yo como gay puedo ser tu primo, el vecino que cuida tu casa cuando no estás, tu compañero de trabajo que te ayuda cuando más lo necesitas o el amigo de tu novia que tan bien le asesora en tu imagen y regalos.
No prometo que este blog sea profundo y filosófico,  más bien garantizo que lo escribiré para pasar un buen rato y tratar de sacarte una sonrisa al leerlo, ya que hay demasiadas cosas malas en este mundo como para aparte destinar 3 minutos a leer algo que no nos haga reír, pensar y darnos cuenta que la vida misma es nunca mejor dicho una montaña rusa, con altas y bajas, a veces con gritos y a veces con llantos, pero que a final de cuentas es emocionante, intensa, única y lo más importante: irrepetible.

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