lunes, 16 de mayo de 2011

Forever young, I want to be Forever Young

Must Sountrack: Alphaville - Forever Young

En los últimos meses, he promovido firmemente entre mis amigos en Madrid hacer más liviana la semana promoviendo los ya registrados Jueves decadentes. La actividad consiste en no esperar al fin de semana para vernos, sino vivir un “viernes chiquito” por adelantado y tomar una copa (o varias según el nivel de decadencia deseado) al ritmo de la música. Los escenarios para dicho evento pueden ser variados,  pero habitualmente visitamos el osuno y petardo The Paso en Vazquez de Mella, donde mezclan apariciones de Eurovisión con lo último de Rihanna y Lady Gaga y finalmente coronamos la noche con el orgasmo de la decadencia nocturna: El mítico Why Not.
En la última de estas ediciones de Jueves Decadente;  el grupo que sobrevivió hasta la última locación de la noche,  bailaba felizmente gracias a los efectos de los Gin Tonics al 2X1 del The Paso y las siempre eclécticas canciones de Rafaela Carrá, cuando de pronto nos “colisionamos” con otro grupo de amigos bastante jóvenes y de pinta bastante coqueta. Del grupo en cuestión,  yo rápidamente me fijé de un rubio  que no podría tener más de 25 años con una pinta bohemian chic gracias a un foulard en tonos azules, a juego luego descubrí, con unos ojos que podrían ser perfectamente la puerta del cielo.
Luego de un Waka Waka de Shakira y hasta una chica Yeyé de la Velasco, uno de mis amigos terminó enrollándose con otro del grupo de chicos jóvenes, y con una naturalidad casi de película de Woody Allen el chico del foulard azul se me acercó y empezó a platicar conmigo,  la sorpresa fue que el chico tenía apenas 21 años, estaba estudiando la universidad y vivía con sus padres. Automáticamente yo me sentí una especie de Sylvio Berlusconi versión Mexicano tratando de ligar con menores; ya que al sacar cuentas me di cuenta que mientras yo veía a los pitufos  y a los ThunderCats felizmente a los 8 años este chico apenas nacía.
Los highlights de conocer  al chico fue que era muy guapo, con pinta a volverse en unos años un hombre muy interesante, pero lo más fascinante, aparte de que besaba delicioso;  fue que ya sea por una ceguera,  enormes ganas de agradar, la nula iluminación del Why Not o por poca experiencia con hombres mayores que el; el chico no daba crédito que yo tenía casi 30 años, y varias veces me vió de arriba abajo comentando lo joven que me veía.
Al llegar a casa, solo (no me apetecía un rollete express)  y pensando en que la decadencia de este jueves  se traduciría en dormir solo  3 horas y media antes de la Oficina y en vaciarme 3 L de serum flash de colágeno encima,  me vi al espejo y no pude evitar sonreír al pensar que aunque definitivamente no parezco de 24, pero que he cumplido años con bastante gracia. Y me sorprendí a mi mismo deseando mantener una imagen juvenil y agradable por muchísimos, muchísimos años más.
Hoy en día vivimos inmersos en un mundo donde la imagen y la juventud son sinónimos de diversión, éxito y bonanza;  y cabe mencionar que si en esta vida has tenido la suerte de ser sodomita, la necesidad de transpirar juventud, músculo y belleza son casi mandatorios para mantenerte vigente entre la fauna apetecible en una discoteca o en cualquier bar de la ciudad.  Es así como mucha gente en el ambiente vive un eterno complejo de Peter Pan, añorando la juventud con unas ansias que a veces rayan en enfermizas, desarrollando adicciones al botox, a las inyecciones de anabolizantes, a las cremas milagro pero sobre todo a cualquier producto que nos acerque a la imagen del modelo de Abercrombie &Fitch que todos deseamos ser.
Creo firmemente que es sano y hasta cierto punto comprensible que todos deseemos mantenernos jóvenes y bellos, pero como todo en esta vida, existen límites para lograrlo, para muestras de excesos me vienen a la mente la inexpresiva, gigante y botoxeada frente de Nicole Kidman,  la asquerosa nariz del difunto Michael Jackson o las enormes boobies de Pam Anderson.  Desgraciadamente esta lista de famos@s con desgracias antiestéticas es mucho más larga que la de famosos que deciden envejecer de una manera más discreta.
Por parte de un gay hecho en México, creo que por el momento seguiré tratando de manterme vigente de la mejor manera que creo posible: manteniendo un peso saludable, cuidándome la piel lo más que puedo y corriendo al menos 3-4 veces por semana; pero lo más importante: rodéandome de mi familia y amigos, disfrutando intensamente cada cosa que hago y sonriendo siempre ante la vida, ya que aunque supuestamente sonreír mucho arruga, creo que una buena actitud ante la vida y el optimismo ante cualquier adversidad es el mejor tratamiento anti-edad que el hombre ha podido inventar.
¡Feliz Semana!

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